Existe la creencia de que el Cid Campeador oró con sus fieles caballeros en tal iglesia en el siglo XI.
En la segunda línea de imposta, varios capiteles muestran rostros esculpidos muy maltratados por el tiempo.
Profundamente erosionados aparecen también algunos de los canecillos originales que se conservan en el alero.
Estos últimos representan simbología religiosa en torno al pecado así como un castillo y un león que, según algunos expertos, representan la unión del reino de Castilla y de León en 1230.
El campanario y el coro son elementos construidos a mediados del siglo XVI.