Cuando Artuk murió, Ilghazi y su hermano Sökmen le sucedieron como gobernadores de Jerusalén.
En 1114, él y su sobrino Balac (futuro emir de Alepo) derrotaron al gobernador selyúcida de Mosul, Aqsunqur al-Bursuqi, y capturaron a Mas'ud, hijo del sultán selyúcida.
Las ciudades antioqueñas de Atarib, Zardana, Sarmin, Maarat an-Numan y Kafartab cayeron ante su ejército.
«Ilghazi, sin embargo, fue incapaz de sacar todo el partido a su victoria.
De todos los jefes militares, solo Ilgazi y su yerno Dubais consiguieron escapar.
Ibn al-Qalanisi se muestra neutral respecto al carácter de Ilghazi, y describe solo una «vergonzosa costumbre» del emir: «Cuando Ilgazi bebía vino, solía pasar varios días en estado de embriaguez, sin recuperar los sentidos lo suficiente como para tomar el control o poder ser consultado sobre cualquier asunto o decisión.» El cronista antioqueño Walter, el Canciller también se mostró neutral en un primer momento hacia Ilghazi, hasta la batalla de Ager Sanguinis, en la que el propio Walter fue capturado; Ilghazi (escrito como "Algazi" en latín) pasó entonces a ser descrito como un «tirano» y el «príncipe turcomano del engaño y la discordia».