Imán de tierras raras

El término "tierra rara" puede ser malinterpretado, ya que estos metales no son particularmente raros o preciosos;[1]​[2]​ son tan abundantes como el estaño o el plomo.

Los momentos magnéticos en otros orbitales están ocasionalmente perdidos debido al fuerte traslape con los vecinos; por ejemplo, los electrones que participan en enlaces covalentes forman pares con espín neto cero.

Algunas propiedades importantes usadas para comparar imanes permanentes son: remanencia magnética (Br), que mide la fuerza del campo magnético; coercitividad (Hci), que es la resistencia del material a desmagnetizarse; producto de energía (BHmax), que es la densidad de energía magnética; y la temperatura de Curie (Tc), que es la temperatura a la cual el material pierde su magnetismo.

El uso de tratamientos protectores de superficie tales como laminado con oro, níquel, cinc y estaño y revestimiento con resina epoxi, puede proveer protección contra la corrosión cuando sea requerida.

[5]​ Los imanes que se colocan muy cerca uno del otro pueden golpearse con suficiente fuerza para astillar y hacer pedazos el material quebradizo, y las astillas que vuelan pueden causar lesiones.

Ha habido casos de niños que se han tragado varios imanes y tuvieron un pliegue del aparato digestivo quedando atrapado entre los imanes, causando lesiones o la muerte.

Su mayor fuerza permite que se utilicen imanes más pequeños y ligeros para una aplicación dada.

Ferrofluido en vidrio, con un imán de tierras raras debajo de él.
Imán de neodimio con lámina de níquel parcialmente removida.