En arquitectura, el imafronte es la fachada principal que se levanta a los pies[1] de un templo.
El imafronte es, por tanto, el paramento opuesto a la cabecera de cualquier iglesia o templo.
Generalmente es el lugar de acceso principal a su interior, y consecuentemente, donde el arquitecto se plantea el diseño más efectista y decorativo de la portada.
Suele ser el elemento de fachada más característico del edificio.
El imafronte de las iglesias cristianas está normalmente orientado al oeste.