Fue redactado por el bachiller Miguel Sánchez con dedicación al obispo Don Pedro de Barrientos, basándose en la profecía del Apocalipsis 12.
[1][2] El texto es considerado fundacional de la devoción a la Virgen de Guadalupe en México, por el cual se difundieron por escrito creencias que hasta el momento se habían transmitido de manera oral.
[3] El texto informa por primera vez que la imagen venerada por los mexicanos es de origen milagroso y señala como fechas de las apariciones guadalupanas las comprendidas entre 9 y 13 de diciembre de 1531.
[3] Gracias a esta obra, Miguel Sánchez fue referido por Francisco de la Maza como uno de los "cuatro evangelistas guadalupanos".
[4] Esta era el permiso que se tuvo en la época, el cual decía: "En México por la viuda d Bernando Calderón en la calle de San Agustín, Año de 1648".