Esta característica es típica en conglomerados que sostienen los clastos horizontalmente estratificados, y pueden presentarse dos variaciones.
En la otra variante, el eje b se dispone de manera transversal, mientras que el eje a es paralelo a la inclinación [1] El apilamiento de clastos se dispone de tal manera que ofrecen la menor resistencia al flujo, que es con los clastos discoides inclinándose hacia arriba.
[3] En sedimentología, la fábrica es la relación entre la orientación y el empaquetamiento de los clastos.
Dentro de esta fábrica la forma de los clastos toma un papel muy importante debido a que (tomando en cuenta sus ejes) pueden estar paralelos o perpendiculares a la corriente del flujo.
Las corrientes fuertes empujan clastos unos sobre los otros en secuencias de superposición.
Esta estructura se caracteriza por la disposición ordenada de clastos alargados y aplanados que se superponen unos a otros en una orientación que indica la dirección de la corriente.
[11] Los ejes mayores de estos clastos tienden a alinearse aproximadamente en paralelo y forman un ángulo con la horizontal que apunta hacia la dirección de la corriente.
Así, los clastos imbricados se encuentran localizados preferentemente hacia el centro de los canales remanentes o activos, que lateralmente pueden hacerse más delgados mostrando estratificaciones cruzadas de arreglo oblicuo.