En lo que respecta a obras completas, la primera que vio la luz fue en 1477, año en que Antonio Martínez, Alfonso del Puerto y Bartolomé Segura imprimen Repertorium, de Alonso Díaz de Montalvo.
Sevilla era una buena ciudad y era muy importante la existencia de catedrales ya que encargaban grandes ediciones de obras litúrgicas.
«Hay constancia de unas 300 ediciones realizadas en Sevilla desde 1501 hasta 1520, mientras que sólo se hicieron 39 en Lisboa».
Esto se sabe gracias a que las obras de Jacobo llevaban su firma característica: In magistri Petri Hispani Logicam indagatio.
Que se sepa este es el primer contacto con las Indias que se le conoce (y el primero conocido entre un impresor y el Nuevo Mundo).