Impulso es una película ecuatoriana, dirigida por Mateo Herrera; el filme cuenta la historia de Jéssica, joven que parte en busca de su padre, que nunca conoció.
También buscaba crear una película en blanco y negro, porque adoro este tipo de fotografía y soy un fanático del cine mudo.
Allí es recibida por sus tíos y conoce a su primo de 20 años.
El ambiente de la casa, primero es acogedor y familiar, va pasando el tiempo y va tomando tintes inquietantes que desconciertan a Jéssica y, mientras los dos jóvenes inician una relación amorosa, aparecen cada vez más acontecimientos extraños.
[2] Fue una semana de filmación en Quito y 10 días en la hacienda Granoble, en Cayambe.