Inca Urco fue el hijo preferido de Huiracocha Inca y durante su gobierno (siempre bajo la tutoría de su padre) escapó junto a él ante la inminente llegada del ejército chanca.
Inca Urco gobernó mientras su padre seguía vivo; en realidad, fue un cogobernado el que hizo.
Siempre estuvo bajo la tutoría de su ya decrépito padre quien, desde Calca, le mandó la mascapaicha o corona real inca.
La mayor parte del día se le veía en las casas de recreo inca, no gestionaba obras, bebía hasta altas horas de la noche y no era raro verlo en la madrugada orinando y vomitando en las vías públicas.
Se cuenta que cuando hablaba con una mujer, le preguntaba por la salud de sus hijos, dando a entender que él había tenido relaciones sexuales con ella y no su esposo.