Los lugares más castigados por estos incendios estaban en zonas donde había viviendas lejanas y bosques de poca abundancia.
El incendio de Gran Canaria fue provocado por un vigilante forestal, quien más tarde avisó a los bomberos.
En cambio, el incendio de La Gomera fue casual y no intencionado, siendo el que menos daños provocó.
[2] En el incendio de Gran Canaria se calcinaron el parque de aves exóticas Palmitos Park y un hotel adyacente.
Asimismo, numerosas viviendas quedaron arrasadas por las llamas, entre ellas la del entonces alcalde de Mogán.