La incidencia acumulada (IA) se define como la proporción de individuos sanos que desarrollan la enfermedad a lo largo de un periodo determinado.
[1] Una proporción es el cociente de dos frecuencias absolutas en el que el numerador está incluido en el denominador.
Como cualquier proporción, suele venir dada en términos de porcentaje.
No es una tasa porque el denominador no incluye unidad de tiempo, aunque es preciso indicar cuál ha sido el periodo en el que se han producido esos nuevos casos de enfermedad, es decir, el periodo de observación, para poder ser interpretada.
Las unidades en que se mide esta tasa son, por tanto, casos de enfermedad por cada persona-año.