En 1935, a sus 19 años, mientras actuaba en el Friedrichstadt-Palast, conoció al líder nazi Robert Ley, quien era 26 años mayor que ella y era responsable del proyecto «Fuerza por la Alegría» (Kraft durch Freude) y cercano al círculo íntimo de Adolf Hitler.
La estancia incluía además una casa de huéspedes, por lo que a menudo eran visitados por celebridades políticas y artistas.
Estos se encabritaron al oír un silbato de tren, lanzando a su pasajera, y como consecuencia del golpe se provocó el nacimiento prematuro de su hija, a la que llamó Gloria.
Aparentemente ella no soportó el hecho de ver alejado a su marido, subió a su dormitorio y en un acto fulminante se descerrajó un tiro en la frente, falleciendo de inmediato.
Cartas y escritos encontrados en su habitación demostraron que Inga Ley planificaba su suicidio desde hacía tiempo.