En 1996 anuncia su retirada y no acude los Juegos Olímpicos de ese año.
Luego reaparece con un nuevo entrenador, y a una edad en la que muchas nadadoras están retiradas ella empieza a conseguir sus grandes éxitos, que alcanzan cotas asombrosas en el año 2000 cuando bate diez récords mundiales en apenas tres meses.
Además se mantiene compitiendo al máximo nivel hasta los 32 años, una edad infrecuente para el deporte de la natación.
Al año siguiente fue bronce en 50 y 100 libres en estos mismos campeonatos.
A nivel sénior hizo su aparición en los mundiales de Perth 1991, donde fue finalista en los 100 mariposa.
Además ganó su primera medalla (bronce) con el equipo neerlandés de relevos 4×100 libres.
En 1999 se produjo por fin su despegue definitivo hasta convertirse en una de las mejores velocistas del mundo.
Gracias a ella Países Bajos se llevó la medalla de plata, tras los Estados Unidos.