Ingeberga de Cerdaña

Parece ser que su padre, Oliba Cabreta, arrepentido de todos los pecados que había cometido a lo largo de su vida, lo dejó todo preparado para que su hija bastarda, que había tenido con la mujer de Ermemir, vicario del castillo de Besora, entrara en San Juan.

Al asumir el cargo, con 20 años, substituía a la abadesa Fredeburga.

Su dote fue la aldea de Taillet, en el Vallespir.

Ingeberga se retiró a Vic, donde falleció.

Insigne en virtudes, soportó pacientemente la persecución a causa de la justicia".