La propiedad se extendía por 6130 hectáreas, de las que 2000 estaban destinadas al cultivo.
[5] Sin embargo, la crisis económica y social afectó igualmente a los pobladores de la zona.
[11] En el acceso al ingenio existe una construcción, entonces ocupada por personal del Ejército Argentino, conocida como Conventillos de Fronterita.
[13] En un allanamiento a las instalaciones de la empresa realizado en 2016 por orden de la Justicia Federal, se identificaron tres locaciones principales que los directivos del ingenio habían cedido a los militares afectados al Operativo Independencia.
Se trataba de tres espacios denominados «Tambo», los «Conventillos» y la «Laguna» o «Campamento», este último donde se instalaron las carpas del Ejército destinadas a alojar al personal militar.
[15] Se comprobó además, que la empresa había facilitado vehículos utilizados en los secuestros.