En 1661 el papa Alejandro VII dictó la Constitución apostólica Sollicitudo omnium ecclesiarum, por la que aprobaba la doctrina de la Inmaculada Concepción, prohibía los escritos contrarios a ella y autorizaba su culto.
Sus manos se cruzan sobre el pecho y dirige su mirada ligeramente hacia el cielo.
Viste una larguísima túnica blanca de amplias mangas, cubierta con un gran manto azul que ondula en el aire, atado en la base del cuello con un lindo lazo rosa.
En el lado derecho, otra media figura femenina que gesticula dirigiéndose al espectador, acaso representa la Esperanza.
Entre ambas figuras aparece un hermoso paisaje, con algunos símbolos de las letanías lauretanas correspondientes a la tierra.