Los filipinos llegaron a México a través de la nao de China trescientos años atrás, mientras ambos territorios formaban parte del Imperio español y administrados bajo el Virreinato de Nueva España.
Se asentaron en ciudades como Acapulco o Manzanillo.
En la actualidad residen comunidades filipinas en la Ciudad de México que conviven junto con chinos, coreanos y otros inmigrantes de origen asiático en el barrio chino de la Ciudad de México.
Según el censo del año 2000, había 322 filipinos residiendo en México.
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