La inmigración regular de ucranianos a Uruguay comenzó tras la Primera Guerra Mundial.
[2] En 1934 se fundó la Sociedad Prosvita como una filial de la central en Buenos Aires.
[6] Se estima que en 1940 residían en Uruguay aproximadamente diez mil ucranianos.
[4] Durante la existencia de la Unión Soviética, las comunidades ucraniana y rusa se encontraban en estrecha vinculación, por medio de sociedades y asociaciones culturales en común.
En 1949 se fundó legalmente el Centro Cultural Máximo Gorki, que estableció un coro, una orquesta, una ala juvenil y una biblioteca con publicaciones en ucraniano, ruso y bielorruso.