En la mitología griega, Ino (Ἰνώ / Inố)[1] es una de las hijas de Cadmo y Harmonía.
Tomó por esposo al rey beocio Atamante, con quien tuvo dos hijos.
Más tarde, Ino acogió a Dioniso para criarlo junto con sus propios hijos, lo que enfureció a Hera, al ver que recogían el fruto del adulterio de Zeus; por ello volvió locos a ambos esposos, lo que los llevaría a matar a sus propios hijos.
Los dioses del mar se apiadaron de Ino y la convirtieron en una nereida que se llamaría Leucótea, protectora de los marinos.
Telemann compuso en 1765 una cantata dramática de nombre Ino.