[1] En esa época, el Egipto romano había sido ampliamente cristianizado, siendo Egipto una diócesis independiente dentro de la prefectura pretoriana de Oriente.
Las visitas de blemios egipcios paganos de las colinas del Mar Rojo, para rendir homenaje a la diosa Isis, obligaron a los emperadores bizantinos a permitir que el templo permaneciera abierto a pesar del edicto de Teodosio, del año 392, decretando cerrar todos los templos egipcios.
Entre los años 535 y 537, el emperador Justiniano ordenó el cierre definitivo del templo, el encarcelamiento de los sacerdotes y el traslado de sus estatuas a Constantinopla.
El templo fue dedicado a San Esteban, y se erigieron más iglesias en la antigua isla sagrada.
[2][3] La inscripción contiene una parte en escritura jeroglífica y otra en escritura demótica, ante una figura del dios Mandulis a quien se dedica.