Su primer director fue el historiador del Derecho y catedrático en esos años de la Universidad de Sevilla, José María Ots Capdequí.
La guerra civil española truncó estos proyectos, algunos de los cuales quedaron sin concluir.
Tras la desamortización pasó a manos seculares, siendo su último propietario el mecenas cubano, de origen español, González Abreu.
En esta fecha sólo existía la iglesia, formada con planta de cruz latina y arquería sobre pilares de fábrica, las líneas geométricas recuerdan la arquitectura colonial americana.
Desde 1999 alberga en su planta baja un Museo de Carruajes (Sevilla).