El contacto suele producirse con los dedos o utilizando cualquier otra herramienta como un lápiz óptico.
Existen diversos tipos de pantallas táctiles, cada una de las cuales tiene un funcionamiento diferente: Las pantallas táctiles resistivas están formadas por diversas capas finas, pese a que las más importantes sólo sean dos, ambas compuestas por un material conductor y separadas a una distancia.
Cuando se produce una presión en la superficie exterior, las dos capas entran en contacto en un punto en concreto, donde se produce un cambio en la corriente eléctrica que generará un señal que será procesado por un controlador, el cual será capaz de interpretar las órdenes del usuario.
Sin embargo, pierden hasta un 25% del brillo y no son tan precisas.
Es la tecnología que permite la comunicación entre un usuario y un dispositivo electrónico mediante el sentido del tacto utilizando como pantalla sensible el cuerpo humano.
Siempre actúa como periférico de entrada porque mediante el contacto directo sobre el cuerpo permite dar órdenes al dispositivo.
Y son insensibles a las fuerzas paralelas de la piel, como los movimientos causador por los estiramientos.
Skinput es un proyecto perteneciente a la compañía Microsoft que emplea esta tecnología, es decir, utiliza como interfaz, entre el usuario y un dispositivo electrónico, el sentido táctil usando como pantalla sensible el brazo.