Intermedio ostrogodo

A cambio de las tierras que obtuvieron y de poder vivir según sus propias leyes y jefes, los visigodos como pueblo "federado" al imperio, debían prestar servicios militares, pero no tenían ninguna autoridad sobre los galorromanos.

Asimismo conservaron sus propias costumbres y religión –los visigodos, como los vándalos y los ostrogodos, se habían convertido al cristianismo pero en su versión arriana, que era considerada una herejía por la Iglesia romana, cuyos principios doctrinales habían sido establecidos en el Concilio de Nicea.

Finalmente la facción pro-ostrogoda no pudo ejercer su influencia y fue nombrado nuevo rey visigodo Gesaleico.

La mano armada del rey ostrogodo en la Galia, Ibba, penetró en la Tarraconense en 510 y se dirigió hacia Barcelona.

Rápidamente aglutinó a su abundante clientela en la Aquitania y en 511 penetro de forma desafiante en la Tarraconense.

Según la historiografía tradicional Teodorico ejerció la regencia en nombre del legítimo rey Amalarico, sin embargo, en opinión de Fuentes Hinojo, Teodorico ejerció la potestad regia sobre los visigodos por derecho propio, adquirido mediante el uso de las armas, y al menos hasta el año 523, no decidió transferir estos poderes a Amalarico, que según Jordanes había sido tutelado por Teudis.

Así lo demuestran las crónicas que narraron los hechos sucedidos a lo largo de los siguientes años.

En opinión de Fuentes Hinojo, entre los años 514 y 519, Teodorico creó una praefectura praetorio Hispaniarum, que explicaría su autonomía.

Teudis comenzó su carrera como oficial del cuerpo de guardia que protegía al propio rey Teodorico.

Atendiendo a Procopio de Cesarea, más prolijo en detalles, nos cuenta que contrajo matrimonio con una rica heredera hispanorromana, cuya familia poseía un patrimonio muy importante, hasta el punto que Teudis pudo armar un ejército privado de unos 2.000 lanceros.

Sin duda, este hecho le permitió estrechar lazos con la nobleza hispanorromana y en cierta medida fue su salvaguardia para mantener una independencia de Rávena bastante considerable.

Teodorico se vio obligado a transigir en esta postura de Teudis debido a que este era una pieza fundamental para evitar una posible invasión franca en el norte o una rebelión de la nobleza visigoda en el sur.

Desde el primer momento los altos cargos ostrogodos enviados a Hispania entrelazaron relaciones con la nobleza senatorial hispana, siendo éstos fundamentales para la administración.

Además el descontento generalizado de la facción báltica hacía impensable poder unificar ambos cetros.

Amalarico intentó escapar con el tesoro real hacia Italia posiblemente, pero fue traicionado por sus propios hombres y degollado en el mismo puerto.

En el año 521 el papa había nombrado vicario para la Lusitania y la Baetica al obispo metropolitano de Sevilla Salustio, dándonos a entender que la jurisdicción eclesiástica de Tarragona no controlaba fácticamente los territorios del sur peninsular.

El 13 de septiembre las tropas romanas aniquilaron a las vándalas en Ad Decimun y entraron victoriosas en Cartago.

Poco después, los restos del ejército vándalo fueron nuevamente derrotados en la Batalla de Tricamerón.

La delicada situación en el sur con la invasión del reino vándalo se vio agravada tras el año 535, con el desembarco de Belisario con sus tropas en la Italia ostrogoda.

Nada más producida esta situación, la nobleza militar ostrogoda se rebeló y nombró a Hildibaldo (540-541) como nuevo rey.

[8]​ Es muy probable que esta incursión franca se deba a un tratado franco-bizantino ante la unión gótica.

Descartada la ayuda por el norte, Teudis puso sus miras en las desprotegidas bases bizantinas en el estrecho de Gibraltar.

Posiblemente fue nombrado rey en la misma Sevilla, ciudad vinculada con la facción ostrogoda en la mayoría de las fuentes.

Territorios gobernados por Teodorico el Grande en el año 523.