Entre 1990 y 1993 trabajó como redactora en la Editorial Litera de Bucarest.
Columnas semanales permanentes durante este período: Crónica literaria, Premios literarios, El alfabeto de las damas (historia del personaje literario femenino en la literatura rumana), El alfabeto de los señores (historia del personaje literario masculino), La revista de las revistas de entreguerras, Crónica de la optimista/de la pesimista (tabletas literarias), etc.
Colaboraciones con los artículos en las principales revistas culturales de Rumanía.
Opciones cómodas en la recepción de literatura rumana, coordinada por el crítico literario Nicolae Manolescu.
Fue publicada parcialmente con el título Prejuicios literarios, Editorial Univers Educațional, Bucarest, 1999.