La ideología de Iraultza basada en sus ataques se ajusta al patrón de sabotaje industrial contra corporaciones multinacionales, bancos y corporaciones o instituciones principalmente estadounidenses que eran percibidas como antiobreras o antipopulistas.
Algunos ataques relevantes fue la explosión contra Banco Exterior en San Sebastián, dejando daños materiales.
El artefacto explotó al lado del auto, matando a Gallardo.
En marzo de 1991, la Revolución realizó una asamblea, en la que se expresaron dos posiciones.
Según algunos, Iraultza debía seguir el esquema de la lucha armada clásica; y según otros, la lucha armada en favor de las movilizaciones sociales tenía que abandonarse.
Al final, tras la ruptura en 1992, el sector partidario de continuar la lucha armada creó Iraultza Aske.
Del otro sector no hubo más noticias (la dirección del grupo estaba de este lado) y, al parecer, el grupo fue disuelto sin ser informado de la decisión.
Sin embargo, según algunas fuentes, en 1986 un joven obrero perdió la vida al detonarse un artefacto explosivo de la Revolución.
[21] Al día siguiente, Iraultza contactó con el diario Egin para confirmar que las tres víctimas mortales eran sus miembros.
[25] El grupo había realizado varias llamadas a los periódicos explicando la presencia de la bomba.