Junto a su madre Sofía, fundó en Mendoza una escuela de Higiene y buenos modales destinada a la gente de bajos recursos el pueblo El Central, que había sido fundado por su padre.
Hija menor del ingeniero Julio Marienhoff y de Sofia Pavlovsky.
Dejaron con su familia la provincia de Mendoza para instalarse en Buenos Aires.
Su amor por la música clásica, heredado de su madre, la llevó a ser socia fundadora del Mozarteum Argentino, y en su casa se realizaban frecuentes tertulias a las cuales asistían destacadas figuras del ámbito musical y cultural en general.
Su vinculación al mundo de la cultura la llevó aceptar diversos cargos en el área cultural de distintos gobiernos, sobre todo del doctor Arturo Frondizi.