Issac Saba estuvo casado por más de 40 años con su esposa Rebecca con la cual tuvo; tres hijos: Moisés, Manuel y Alberto.
Una persona señalada por la comunidad como un empresario humano, generoso y comprometido con México.
Saba también tuvo inversiones significativas en textiles y bienes raíces, incluyendo la fabricación de pastas de trigo en Brasil, sumando a su colección los hoteles Marriott en Cancún y Puerto Vallarta.
En el 2005 Saba intentó expandir sus inversiones con la fallida oferta por la aerolínea Aeroméxico cuando bien podía hacerse de Aeromar y desde esa perspectiva tener ya el acceso al espacio aéreo internacional y regional con modernos aviones Airbus, pero a sus consejeros no se les ocurrió.
Según El Financiero, no hay tal monopolio.