Fraire asegura “así aprendí, no sólo inglés, sino el goce de las rimas y las palabras”; o en la dedicatoria de Seis poetas de lengua inglesa: “A Anabel Stiles Benson (mi abuela, que me enseñó inglés cuando tenía yo tres años) y a Huberto Batis”.
[6] Su último homenaje en vida se realizó en 2009, organizado por el CONACULTA y el INBA.
Poemas en el regazo de la muerte, una de sus obras más destacadas, contiene temas como mirar desde otra perspectiva, elabora la idea del jardín, sus cuidados artificiales y su relación con lo humano e incluso el arte plástico.
[3] Su obra completa integra un apartado bastante interesante de textos periodísticos, entre reportajes, crónicas y entrevistas, reseñas y columnas de suplementos con inclinación hacia el ensayo crítico en torno a la poesía.
Isabel Fraire recibió la Beca Guggenheim en 1977 y el Premio Xavier Villaurrutia en 1978.