Isfrido de Ratzeburg

[1]​ Durante su obispado, no cambió el género de vida mortificada y austera que llevaba hasta entonces, sino que quiso llevar a cabo al mismo tiempo sus obligaciones como obispo y las del verdadero religioso.

Cuando ya era obispo tuvo lugar la destrucción, por un pavoroso incendio, del convento de su Orden en Floreffe, junto a Namur.

Su otra gran tarea fue la de continuar la evangelización de los Vendos, que ya había comenzado su predecesor san Evermodo, y a la que él dedicó grandes energías.

Aun no siendo sencilla la tarea evangelizadora la llevó a cabo.

La Orden Premonstratense obtuvo del papa Benedicto XIII en 1725, la aprobación del culto que se le venía dando.