Israel Zangwill

Estudió en Plymouth, en Bristol y en la escuela judía del East End londinense, donde tiempo después trabajó como profesor.

Dejó la enseñanza para dedicarse a la labor periodística, la cual, posiblemente, fue su auténtica vocación; es considerado uno de los más fervorosos defensores del humanitarismo democrático.

Zangwill se negó a identificarse ante los paramilitares y estos lo llevaron ante el cónsul florentino.

Allí ejerció como traductor el escritor Curzio Malaparte, quien suavizó las duras quejas del inglés, ante las cuales el embajador optó por dejarle marchar.

El episodio lo narra el propio Malaparte en su ensayo "Técnica del golpe de estado".