[2] Desde entonces varias galerías extranjeras competían por exponer sus obras, así que más tarde sus pinturas tuvieron lugar en pinacotecas de Copenhague, Roma, París, Múnich, Bruselas, Basilea, Nueva York, Los Ángeles y San Francisco.
[1] Entonces en sus obras a menudo se representaba en posiciones muy raras, con extremidades atadas, ojos tapados, o bien junto con objetos extraños.
En los 80 pintó varios fragmentos de brazo y pierna, así como bodegones, figuras femeninas, basados, por supuesto, en fotografías.
Como su costumbre, junto a los cuerpos femeninos cubiertos de sábanas, se hallaban también objetos raros.
Aunque haya estudiado en incluso dos institutos de gran renombre, siempre se consideró a sí mismo un artista autodidacta.
Los críticos de arte con frecuencia englobaban a Sándorfi entre los artistas hiperrealistas; sin embargo él mismo nunca se consideró como tal, ya que en sus obras, aparentemente minuciosas, siempre hubo fallos intencionados (como por ejemplo un brazo o un pie borrosos), que rompía el efecto fotográfico de la pintura.