Jáquima (equitación)

Jáquima (del árabe andalusí šakíma/xaquima (bocado), y este del árabe clásico šakīmah) es la cabezada de cordel, que suple por el cabestro, para atar los caballos y llevarlos.

El arabista, Felipe Maíllo Salgad hace varias alusiones a la palabra jáquima en textos medievales, como el relativo a un incidente sufrido por Abderramán III.

[1]​ El libro de mediados del siglo XIX, Arte de amansar i domar caballos i mulos: De quitarles sus vicios i darles gracias i habilidades, según el sistema Rarey, hacía estas recomendaciones sobre las jáquimas:[2]​ Una vez se ha logrado amansar un poco al potro, se toma la jáquima con la mano izquierda y, a la vez que con la derecha extendida se le acaricia el cuello con la punta del chicotillo.

A continuación se toma la correa que forma el bozal, la cual se pasa por debajo primero y por encima del hocico, seguidamente, y se abrocha en la hebilla que hay a tal efecto.

Mediante ese método se consigue enjaquimarlo con poco esfuerzo.