Stroop sirvió como voluntario en el Ejército Alemán durante la Primera Guerra Mundial, en un batallón de infantería.
Después de la guerra, Stroop trabajó en el Catastro civil en Detmold hasta 1933.
Cuando estalló la guerra en 1939, Stroop fue comandante del sector de las SS en Gnesen (Gniezno).
Este informe incluye, entre otras cosas, los télex de Stroop y fotos tomadas durante los combates.
Stroop no puso en duda la autenticidad del informe pero sí intentó quitarle importancia.
En 1949, cuando se encontraba encarcelado en la prisión de Mokotow esperando juicio, compartió celda con el escritor y resistente polaco Kazimierz Moczarski quien, años después, escribiría un libro titulado Conversaciones con un verdugo, que trata sobre las confidencias que Stroop le hizo a Moczarski durante el cautiverio.