Por ello el equipo que terminó en segunda posición, Tokyo Gas, no logró pasar al profesionalismo.
Entre otras razones, la baja afluencia se debía a una falta de motivación para luchar por un triunfo o eludir un descenso, ya que por entonces solo había una división profesional.
La J. League se reduciría a 16 clubes, con 2 equipos de primera relegados al descenso.
La J. League 2 (J2) contaría con diez clubes, y la JFL continuaría siendo un campeonato amateur reestructurado.
Por otra parte, Bellmare Hiratsuka perdía a su patrocinador oficial, mientras que otros clubes como Verdy Kawasaki arrastraban una crisis institucional y deportiva.
Desde entonces la J. League establece, en los criterios para pasarse al profesionalismo, una serie de condiciones por las que la institución que quiera ser profesional debe estrechar sus vínculos con la ciudad donde esté establecida, promoviendo el deporte de base o contando con apoyos locales.