Don Jacinto heredó a su padre sólo el obraje en Otavalo y la Hacienda de El Calzado, comprando luego por su cuenta las propiedades de Cambugán, Gualsaquí, El Cardón y El Chorrillo.
[5] Tan pronto arribó, el joven Montúfar decidió convocar una nueva junta; esta se denominaría Junta de Gobierno, y era un triunvirado formado por Ruiz de Castilla, el obispo de Quito Cuero y Caicedo y el propio Carlos Montúfar.
El poder Ejecutivo estuvo presidido por don Juan Pío Montúfar, e integrado por Pedro Quiñones Cienfuegos, Calixto Miranda, Ignacio Ortiz de Ceballos y Jacinto Sánchez de Orellana.
Finalmente, el poder Judicial estuvo conformado por Javier Gutiérrez, Juan José Mena y Luis González.
Sin embargo, en el Congreso, los llamados montufaristas lograron una mayoría, lo que dificultaba el panorama a los autodenominados sanchistas.
Convocaron a las tropas capitaneadas por Francisco Calderón, y que se encontraban en Alausí, para marchar sobre la ciudad de Quito y deponer a los Montúfar.
Finalmente los ambas facciones arreglaron las disputas y juntos se propusieron una campaña militar sobre Cuenca que brindara los laureles necesarios a la nueva situación.