Ganó el premio Goncourt en 1965 por la novela L’adoration (La adoración).
En 1958, ella entra en un hospital psiquiátrico de Lannemez.
Estudió en el instituto Henri IV y a continuación en La Sorbona.
El premio Goncourt le sacó del anonimato en que vivía dando clases de literatura.
Sus novelas abordan la cuestión de la memoria, casi siempre en tono autobiográfico.