Como Roettiers, nació en una distinguida familia de medallistas, grabadores y orfebres.
Allí fue nombrado grabador en la Casa de la Moneda Real.
En 1772 se convirtió en compañero y un año más tarde fue admitido en la Academia de pintura y de escultura.
Ejemplos del trabajo Roettiers se pueden encontrar en el Louvre y el Museo Británico.
Su hijo, Jacques-Nicolas Roettiers (1736-1788) fue también un célebre orfebre y platero Entre las mejores y más conocidas obras de Jacques Roettiers se incluyen las siguientes: