El día siguiente a su fallecimiento, fue elegido democráticamente el primer Alcalde de París, Jean Sylvain Bailly.
Entre otros cargos, ocupó las Intendencias de Moulins, Rennes, y Lyon, esta última entre los años 1768 y 1784.
Esta resolución se vería apoyada por el ministro Jacques Necker.
Se vio obligado a aprobar la creación de una guardia popular, anunciando la futura llegada de 12 000 mosquetes Charleville para equipar a la tropa.
Fue decapitado, y su cabeza se clavó en una pica, siendo exhibida por las calles de París junto a la del también decapitado marqués de Launay.