En 1889, Albert Geyer amplió el bloque central del edificio y añadió una torre.
Después de la II Guerra Mundial, el castillo primero se convirtió en una instalación del ejército soviético, y más tarde en un albergue juvenil.
Además, muchas familias encontraron aquí un nuevo hogar después de que los rusos vaciaron Berlín y Neubabelsberg.
En 1963/64, Max Taut reconstruyó el castillo añadiendo una galería de vidrio en las dos plantas inferiores.
[1] Debido a que el castillo no tenía alarma contraincendios y sus tomas de agua estaban obstruidas de lodo, el castillo resultó severamente dañado y todavía tiene que ser enteramente reparado.