Jake Burton

Sin embargo no obtuvieron apenas éxito y decidió probarlas él mismo (ante el estupor de la gente, ya que era un deporte inaudito hasta ese momento) antes que emprender una comercialización más profunda.

Jake pasó tres años en Austria junto a su mujer, viaje que realizó para "estudiar cómo estaban hechos los esquíes.

Hasta entonces mis snowboards no eran más que unos monopatines de madera adaptados a la nieve.

En Innsbruck me familiaricé con nuevos materiales y con elementos como las cantoneras de acero.

Haciendo referencia a la rivalidad en sus orígenes entre fanáticos del snowboard y el esquí, Jake se alegraba de comprobar que, con el paso del tiempo, las estaciones acogen por igual a snowboarders y esquiadores.