Jamón de Navidad

Se ha sugerido que la tradición surgió entre los pueblos germánicos como un sacrificio (blót) a Frey, un dios nórdico relacionado con los jabalíes, la cosecha y la fertilidad.

Más tarde fue popularizado por la Iglesia Católica como prueba de una conversión sincera: los marranos declinarían comer el jamón de Navidad, mientras los auténticos conversos disfrutarían del cerdo sin problemas.

[1]​ Según algunos folcloristas e historiadores[2]​ los orígenes del jamón de Navidad en Inglaterra está en una: En Escandinavia e Inglaterra san Esteban pudo haber heredado parte del legado de Frey.

En el arte sueco antiguo, Esteban aparece cuidando a los caballos y llevando una cabeza de jabalí a la comida de Yule.

[4]​ Ambos elementos son ajenos al cristianismo, pudiendo ser restos paganos