Aunque murió muy joven, dejó una producción relativamente amplia, muy difundida gracias a reediciones póstumas.
Gran parte de su renombre radica en su relación con Rembrandt, primero en Leiden (hacia 1629) y luego en Ámsterdam, a donde el maestro se mudó en 1631.
Aunque algunos críticos atribuyen este último grabado a Rembrandt, el experto Christopher Brown asegura que Van Vliet le ayudó.
La tercera serie, la más elaborada técnicamente y fechada hacia 1635, está dedicada a profesiones artesanales: cerrajero, tonelero, zapatero, etc.
Hubo de ser una serie famosa, pues fue replicada hábilmente por un grabador anónimo al servicio del editor francés Gaspard Duchange.