[3] Los jardines sensoriales tienen una amplia gama de aplicaciones educativas y recreativas.
[2] Se pueden utilizar en la educación de estudiantes con necesidades especiales, incluidas las personas con autismo.
[8] Estas plantas también se pueden utilizarse para atraer pájaros y mariposas al jardín, lo que puede añadir una variedad de vista adicional.
Los jardines sensoriales pueden diseñarse específicamente para personas con demencia,[9] una enfermedad que puede afectar diferentes partes del cerebro y a muchos aspectos de la vida cotidiana, incluida la memoria, en la que las tareas cotidianas como caminar o comer suelen resultar difíciles.
Los jardines sensoriales pueden provocar emociones positivas en las personas que viven con demencia y ayudar a mejorar su calidad de vida.