El nombre de Jarrow aparece registrado por primera vez en el siglo VIII.
El topónimo normalmente se habría convertido en Yarrow en inglés moderno pero, al igual que ha sucedido con Jesmond, la influencia normanda dio lugar a que la /j/ inicial se convirtiera en /dʒ/.
[1] En el siglo v los anglos re-ocuparon la población romana de Jarrow.
En el año 794 Jarrow se convirtió en el segundo objetivo de las invasiones vikingas en Inglaterra, quienes habían saqueado Lindisfarne en 793.
El monasterio fue disuelto más tarde por el rey Enrique VIII, aunque sus ruinas están ahora asociadas a la iglesia contigua de San Pablo, una de cuyas paredes contiene el vitral más antiguo del mundo, fechado en el año 600, en la época de San Benito Biscop.