Tras su primera etapa como actor dirigió La tempestad (1944) y Yebala (1949).
[1] A los veinte años, tras finalizar la carrera de perito mercantil, se trasladó a Madrid para desarrollar su verdadera pasión: la interpretación.
Con la llegada del franquismo, su carrera actoral se vio paralizada, momento que aprovechó para probar suerte como realizador, dirigiendo La tempestad (1944) y Yebala (1948), ambas con escaso éxito de taquilla.
En la década de 1960 recupera su carrera como actor, aunque en papeles muy secundarios e incluso como figurante.
Como nota curiosa, hay que destacar que compartió reparto con sus paisanos Fabián Conde en El ángel (1969) de Vicente Escrivá y con Charles Quiney en Plomo sobre Dallas (1970), en Los rebeldes de Arizona (1970), ambas de José María Zabalza y en Ivanna (1970) y La última aventura del Zorro (1970), las dos de José Luis Merino.