Jean-François Joly de Fleury

Se burlaban del temperamento dubitativo del nuevo ministro, y mostraban su sorpresa por la elección de una persona procedente de una familia conocida por su oposición a la Ilustración.

Joly de Fleury puso punto final a algunas reformas emprendidas por Necker, suprimiendo las asambleas provinciales creadas por éste.

Sin embargo, utilizó su apoyo parlamentario para pergeñar medidas valientes e impopulares como el aumento de los impuestos indirectos -agosto de 1781- y la creación del tercer vingtième[1]​ -un impuesto sobre la renta-.

A modo de justificación, Joly de Fleury reveló la cuantía del déficit -80 millones- que en el Informe al rey, sobre el presupuesto del Estado para 1781, había sido manipulado.

Al comenzar la Revolución francesa decidió permanecer en Francia sin ser molestado por ello.