Además fue uno de los retratistas preferidos por la alta sociedad británica hacia fines del siglo XIX.
Fue hijo del geógrafo Joseph-Jean-Baptiste Constant y de Catherine Pichot-Duclos.
A la muerte de su madre en 1847, Benjamin-Constant fue atendido por sus tías que vivían en Toulouse.
Fue alumno de Alexandre Cabanel, a quien sucedió en ese minsmo establecimiento.
Ese mismo año de 1870 volvió a Francia, participando entonces en la guerra franco-prusiana.