Jean-Joseph de Laborde

Logró hacerse inmensamente rico gracias al comercio trasatlántico, aprovisionando las colonias con materias primas e importando los productos económicamente más interesantes: frutos exóticos, árboles de esencias raras, oro, que acuñaba, y también participando en la trata de esclavos.

Sin embargo, más tarde emigró a Inglaterra, donde murió soltero y solo en Londres en 1802.

Decidió transformar los terrenos pantanosos en un gran parque paisajístico a la inglesa, que era más de su gusto.

Se han aludido otras razones para el despido, principalmente desde el punto de vista financiero.

Bélanger se habría acostumbrado a gastar sin tener en cuenta lo que el marqués, como hombre de negocios, no podía aceptar.

El año siguiente, tras el desvío del río Juine, que se había comenzado hacía tiempo, a la vez que otros trabajos hidráulicos notables para la época, construyó la Colonne Rostrale.

La columna se construyó en una pequeña isla en el centro del Gran Lago.

También llenó el parque cuevas artificiales, a las que se puede descender por escaleras esculpidas en la roca, desniveles, una cascada y roqueros, que recordaban al Marqués al Pirineo de su infancia.