Se le conoce por promover el concepto de EMIREC, un agente comunicativo que nace de la fusión del rol del emisor y el receptor.
Como afirmará Cloutier: "los esquemas lineales que disocian las funciones del emisor y el receptor ya no son suficientes para explicar el proceso completo de la comunicación".
En el modelo de estudio, las relaciones que se establecen son dialógicas .
También se busca que el alumnado sea capaz de realizar un análisis crítico de los canales, expresarse mediante ellos y buscar nuevas vías o propuestas para usarlos.
Personalidades como Mario Kaplún o Roberto Aparici[3] lo han utilizado para construir sus modelos comunicativos.
La unidad del mensaje está fragmentada y por tanto las codificaciones son auditivas, visuales o escritas.
En esta etapa, el individuo se apropia de las herramientas tecnológicas ( fotografía, reprografía, vídeo, informática, etc.) y puede emitir él mismo y recibir mensajes escritos, audiovisuales, visuales, auditivos o scriptovisuales.