Jean Lacroux es autor de veinte obras breves y densas, de numerosos artículos y conferencias.
Por una parte, fue un pensador plenamente adherido a la iglesia católica, pero por otra parte, tuvo fuertes inclinaciones al pensamiento crítico y a la adhesión a posiciones de izquierda.
Entre 1945 y 1980 fue colaborador habitual del diario Le Monde.
Esto significa un intento de pensar la persona que supera el individualismo, y se abre hacia los demás.
Desde esta perspectiva, Lacroux se acercó al humanismo contenido en los escritos juveniles de Marx.